TODAS LAS VOCES

Índice

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1. Introducción

2. Profusa actividad

3. Pontífice mediador

4. Actividad teológica y pastoral

5. Bibliografía y notas

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 1. Introducción

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Gelasio[i] fue el papa más importante del tiempo comprendido entre León Magno y Gregorio Magno. Era hijo de un Valerio. El Liber pontificalis[ii] da un indicio no del todo fiable que habría nacido en África - natione Afer -. La alusión a su nacimiento que Gelasio hace en la carta al emperador Anastasio I[iii] puede hacer alusión tanto a su origen propiamente romano como a su pertenencia al estado romano, o a su consciente adhesión a las tradiciones y a la cultura del Imperio romano y cristiano[iv].

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 2. Profusa actividad

Formaba parte del clero romano cuando fue elegido para suceder al papa Félix III. En Roma había recorrido toda la carrera eclesiástica hasta llegar a los círculos directivos del patriarcado lateranense como secretario y confidente de su predecesor, como lo sugieren los más antiguos documentos referentes a este último. Fue consagrado papa el 1 de marzo de 492, y dirigió la Sede Apostólica por más de cuatro años. Su actividad como pontífice tuvo importantes repercusiones en la historia de la Iglesia.

Desarrolló una gran actividad en las relaciones con las demás iglesias. Con respecto a la iglesia de Oriente, su pontificado se desarrolló durante el tiempo del cisma acaciano. Tuvo una postura intransigente frente a Eufemio, sucesor de Acacio en el patriarcado de Constantinopla, y frente a los demás cismáticos. En este contexto Gelasio reafirma el primado de Roma sobre las sedes patriarcales de Alejandría, Antioquia y Constantinopla fundándose en el argumento de que el papa es el vicario del beato apóstol Pedro y que Roma es la sede del mismo.

Reafirmó la jurisdicción de Roma sobre las iglesias de los Balcanes occidentales, es decir de Dalmacia y Tesalónica, que también reorganizó después de haber casi desaparecido a causa del cisma acaciano. También hizo esfuerzos por restaurar la autoridad de Roma en el Ilírico.

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 3. Pontífice mediador

Durante su papado el poder temporal estaba constituido por Teoderico, rey de los godos, que gobernaba en Italia y por el emperador de Oriente Anastasio. El papa, aunque consideraba a la herejía como el peor mal que causaban las migraciones bárbaras,  parece haber evitado una actitud de confrontación con los godos y los otros pueblos germánicos presentes en la península itálica, todos ellos de fe arriana. De hecho no ataca nunca las instituciones eclesiásticas arrianas, con las cuales las iglesias católicas parecen haber tenido una convivencia pacífica en ese momento. Respecto al emperador, tuvo una actitud crítica respecto a la postura adoptada por aquel, junto con el patriarca de Constantinopla,  en el tema del cisma acaciano. Gelasio elabora la famosa teoría de la relación entre el poder sagrado y el poder temporal del mundo romano y cristiano que determinó en gran medida la teoría y la práctica del papado en la edad media[v]. Esta teoría sostiene que de los dos poderes el más importante es el sagrado dado que debe responder ante el tribunal divino aún por las obras de los soberanos temporales. Además el emperador, que tiene potestad sobre los hombres, no debe comandar al poder espiritual sino que debe someterse al orden de la religión dado que es hijo de la Iglesia y no su sacerdote. Los obispos deben someterse en lo civil a las leyes del imperio pero el emperador debe respetar al poder espiritual si quiere salvarse. Dado que las cosas de la Iglesia son reguladas por los sacerdotes y no por el poder temporal, los decretos imperiales en temas eclesiásticos que se oponen a lo que determina la Sede apostólica, que es el poder supremo en el terreno eclesiástico, son considerados nulos. Aún las decisiones conciliares no son válidas si no son ratificadas por la Sede apostólica.

Respecto al papado, además de la política  de afirmación de la Sede apostólica sobre las demás iglesias, parece ser la primera vez que un papa es llamado Vicario de Cristo. Esto ocurrió en el sínodo romano del 13 de marzo de 495, donde el papa fue aclamado con este título después de absolver al arrepentido obispo Miseno, que habiendo sido enviado a Constantinopla había adherido a Acacio.

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4. Actividad teológica y pastoral

A nivel teológico y doctrinal Gelasio escribió algunos tratados contra la herejía monofisita y el cisma de Acacio[vi] y también contra el pelagianismo[vii], difundido en las Galias meridionales, Italia y Dalmacia, y exhortó a los diversos obispos a estar en guardia contra tales herejías. También tomó parte en la expulsión de la religión maniquea de Roma y luchó contra el culto pagano de los Lupercales[viii] todavía presente en Roma a fines del siglo V.

Las divisiones de la Iglesia se deben al hecho de que la sede apostólica no es respetada como la guardiana de la ortodoxia y de la tradición de los apóstoles y se superarán con la unidad religiosa en la fe católica.

A nivel de la legislación canónica[ix] al tiempo de su pontificado se inició en Roma una inmensa labor de colección de decretos papales que fueron frecuentemente utilizados en el período sucesivo.

La autoridad del papa Gelasio a nivel doctrinal y litúrgico se manifiesta en la atribución que se le hacen de dos importantes obras: el Decretum Gelasianum[x] y el Sacramentarium Gelasianum[xi].

Respecto a la labor pastoral, se dedicó especialmente al mejoramiento de la vida moral y religiosa de las poblaciones italianas y su clero, amenazados por una decadencia en la disciplina, por el degrado moral, los vicios y la búsqueda de los bienes mundanos.

Se debe subrayar que la época de su pontificado estuvo sacudida por la guerra entre los bárbaros Teoderico y Odoacro por la posesión de Italia, lo que provocó graves devastaciones en la península, con pésimas consecuencias sobre la población y sobre el clero, no sólo a nivel material sino también moral y religioso. Tuvo preocupación por velar, no solo por la vida religiosa y  moral de las iglesias, sino también por que tuvieran una adecuada atención pastoral, para ello adecuó provisoriamente el tiempo necesario para la promoción eclesiástica en aquellas iglesias necesitadas urgentemente de clérigos. Creó nuevas iglesias en Roma, ordenó muchos presbíteros y obispos. Se empeñó también en promover moral y culturalmente al clero. A nivel caritativo y social, fue sensible a las necesidades que sufría la población, especialmente la pobreza y el hambre[xii].

Los escritos que se conservan de Gelasio son sus epístolas. Dirigió cartas al rey Teoderico y al emperador Anastasio y también a un senador romano, tratando el tema de las Lupercales. Además  dirigió cartas a obispos de la Dardania, de la Galia, de Italia, de la Dalmacia y el Piceno y de su misma provincia eclesiástica. Se han conservado algunas obras disciplinares y sobre errores doctrinales, especialmente contra los monofisitas. Se han perdido homilías de temas litúrgicos y bíblicos, así como himnos compuestos por él.

El papa Gelasio murió en Roma el 21 de noviembre de 496, después de haber cumplido una fecunda obra en solo cuatro años de pontificado.

5. Bibliografía y notas

-     BRATOZ, R., voz Gelasio I, en EPapi I, 458-462, Roma 2000.

-     DI BERARDINO, A. (ed.), Patrologia IV. Del concilio de Calcedonia (451) a Beda. Los padres latinos, Madrid 2002 (edición italiana 1996), pp. 155-156.

-      DUCHESNE, Liber Pontificalis I, Paris 1886;

-     GROSSI, V., Il Decretum Gelasianum. Nota in margine all’autorità della chiesa di Roma alla fine del sec. V, en Augustinianum 41 (2001), pp. 231-255.

-     HOLLEMANN, A. W. J., Pope Gelasius I and the Lupercalia, Amsterdam 1974.

-     POMARÈS, G., Lettre contre les lupercales et Dix-huit messes du Sacramentaire léonien, SC 65, Paris 1959, pp. 11-19.

-     RIGHETTI, M., Manuale di storia liturgica, vol. I, Milano 1950², p. 231.

-     SOTINEL, C., Roma e l’Italia dalla fine dell’Impero al regno gotico, en CH. PIETRI (ed.), Storia del Cristianesimo III, Le chiese d’Oriente e d’Occidente (432-610), Roma 2002, pp. 295-96;

-     SPINELLI, M., voz Gelasio I, papa, en NDPAC, 2060-2062, Genova-Milano 2007.

-     THIEL, Epistolae Romanorum Pontificum genuinae, Braunsbergae 1868, rist. an., Hildesheim-New York 1974;